Prefacio

Siento el buen animo de compartir cierta información que he ido asimilando y confrontando en mi vida personal, considerando que quizás quién sienta simpatía con estos escritos encuentre algo que le sea de ayuda como para mi el hecho de despejar un camino en medio de un mundo dualista. Algunas veces viene a mi mente la idea de que “quienes han de encontrarse se encontrarán”, y creo que muchas veces quienes circulan en la misma órbita o en orbitas cercanas se identificarán.

Por dualidad me refiero a aquello que podemos observar o experimentar cuando en este mundo se presentan polos, opuestos, cuestiones de la naturaleza, posiciones distintas, conflictos, anhelos contrariados, momentos de confusión, una mente cuyos pensamientos parecen que vienen y van sin tener coherencia, o simplemente que haya día y luego noche, calor o frio.

Comprender que con frecuencia el mundo te plantea situaciones de dualidad, aspectos por resolver en el plano personal y patrones que se presentan en la sociedad, quizás sea un paso necesario en el que se hace un reconocimiento de algo observable. Si por ejemplo, una persona que practica una religión observa ciertas cosas que podrían ser cuestionables y en la que ágilmente su guía humano podría dar una respuesta aparentemente inteligente, no necesariamente resuelve o satisface su comprensión.

Si nos enfrentamos en diferentes circunstancias a una dualidad, quizás pueda existir alguna luz o la misma dualidad está planteando la necesidad de esa luz, sin oscuridad, sin polos, no dual en cierto contexto o sentido. Es decir, ir comprendiendo algunos aspectos de la experiencia que podrían ser necesarios, a lo mejor algunos enigmas de este universo. Pero sobre todo abrir paso hacia la Paz Interior, que es el objetivo de estudio principal de este texto.

Han existido maestros de espiritualidad que pasan por esta primera faceta en la que se confronta el dualismo, abordando un semi-dualismo dónde aún te mueves con polaridades, apatía, indiferencia u otras creencias menos rigurosas, hasta llegar a el no-dualismo (como el Tao), dónde aún encuentras en ciertas prácticas alguna aversión, al ir en contra de algo que puede ser de la naturaleza de este mundo.

Quizás tendrían que plantearse marcos de referencia distintos o contextos donde se puede ver desde un punto panorámico cada aspecto, como si en una mesa uno viera un 6 mientras quién está al frente ve un 9. Mejor aún, otro desde una posición elevada puede ver ambos escenarios y su punto de vista. Pero lo que intento decir es que puede tener lugar un marco de referencia para una consciencia que lo ve todo y un sistema de pensamiento distinto, una visión desde el Espíritu a la vez que se presentan y experimentan las cosas prácticas del mundo.

En “Un Curso De Milagros” (UCDM), libro de la Fundación para La Paz Interior, siendo para mi un gran referente desde hace varios años, encuentras una manera de ver las cosas de otro modo, dónde se busca la Paz Interior mientras que ocurren tus experiencias cotidianas en el mundo, muchas se podrían ver en el contexto de los Milagros. Sin embargo, no abordaré demasiado sobre el contenido de tal curso, pues tratándose de un curso, como otro que se tome, sólo anticiparemos lo necesario.

Considero que se abre un panorama en donde no se necesita ir en contra del dualismo que se experimenta desde el marco de referencia del mundo, mas bien se comprende en su marco de referencia, puesto que juzgarlo es darle poder o generar resistencia y lo que se busca es la Paz. Creería que esto mismo es lo que un autor, como Gary Renard, ha denominado en sus libros como “no-dualismo puro”, un escenario distinto a los antes mencionados (“un cuarto escalón”).

A mi modo de expresarlo es como si se comprendiera un nivel meta-físico dónde solo tiene sentido el no-dualismo pero a su vez sigues una vida práctica en el mundo, ciertamente enriquecida por esa visión. Sin embargo, no se está exento de cierto penduleo, un ir y venir por efectos de cómo se vaya asimilando un nuevo aprendizaje. Tal parece que es posible movernos del dualismo a un semi-dualismo, pero luego podríamos volver un poco al dualismo, o pasar al no-dualismo, y puede que no nos demos cuenta de esto puesto que este mundo suele envolvernos.

“Un puente hacia los Milagros” hace un recorrido de temas dualistas que se van revisando para dar apertura a un sendero hacia la Paz. Sé que es arriesgado moverse en el dualismo cuando lo que se pretende es hacer ver que existe otra perspectiva pero tampoco se trata de negar su contexto. De allí surge la idea de “Un puente hacia los Milagros”, como un facilitador o abridor de puertas para tomar ese curso personal donde tendrás participación activa, siendo antetodo de modo autónomo. Por supuesto, hablo de conectar al final con “Un Curso De Milagros”.

Cuenta algún relato que un hermano mayor, llamado Andrés, dijo a su hermano Pedro haber encontrado al mesías y esencialmente lo llevó a un encuentro personal.