Cuando se observa que existen efectos que obedecen a causas frecuentemente se relaciona con lo que denominan “karma”, agregando que también se remite a un punto de compensación, es decir, se puede llegar a cancelar lo negativo con lo positivo, o si incluso una persona se excede en entrega esta será abonada para devolverte las cosas a favor hasta que todo quede anulado de modo que puedas salir de este juego o rueda.
El karma puede tener un contexto aplicable comprendiendo que todo depende de la conciencia de cada quién. Por ejemplo, si alguien llegara a distinguir lo que es de lo que no es y adquirir una claridad interior, puede frecuentemente dejar ir las cosas, afianzar una actitud dónde, en lugar de quedarse fijado, las cosas pasan como un observador, transmitiendo conscientemente a su subconsciente que finalmente no tendrá lugar ninguna rueda kármica al momento de su liberación final, es decir, que no tiene lugar el karma si esa consciencia asimila más allá de esto la inocencia de lo que es, replanteándose antiguas creencias al respecto.
No obstante, no resulta común llegar a ese alcance, como tampoco necesariamente te libras de ciertas circunstancias que se llegan a observar como patrones de karma, cuando no se tiene el recorrido y el entrenamiento mental para ello. Así que se puede comprender que no necesariamente estás libre del ámbito de lo que llaman karma si lo relacionas con alguna culpa inconsciente que no puedes controlar, pero efectivamente tampoco tiene que definirte, mas se requiere alcanzar un nivel de consciencia que puede estar a tu alcance.
El karma y el pecado no existen, ni tiene lugar la culpa ante la inocencia que Dios ve en su Hijo amado, solo por efectos de creencias tiene lugar una consideración puesto que no hay juez más implacable que tu propia consciencia. De este modo, si la idea de pecado tiene acogida en una persona, se hace correspondiente con esa consciencia, quedando sujeto a esa creencia, y puesto que “las ideas no abandonan su fuente” (planteamiento encontrado en UCDM), de allí sus efectos.
Cuando independientemente de la creencia un individuo percibe un ataque, dado que en el inconsciente colectivo aún se recuerda que se trata de una sola mente, sería un auto-ataque y el perdón metafísico otorgaría un auto-perdón, no hay nada ni nadie que te prive de esto, sólo tu mismo. Volviendo a quién tiene consciencia de pecado estaría alimentando una auto-condena sin hablar de los efectos de esas culpas en orden a la creencia. Generalmente, las personas con creencias muy marcadas al juzgar o auto-juzgarse podrían tener mayor carga de culpa, herramienta del temor en oposición al amor. Mayores sus efectos si no se abren a un perdón profundo. Reemplazando la creencia o abriendo la mente siempre se tiene acceso al recuerdo de la inocencia. Dar lugar a esta sustitución es como si en un primer paso se dijera con el conocimiento interno que: Ante el recuerdo de la Inocencia y la Verdad que Yo Soy se disipa toda ilusión, Dios es y nada más.
¿Qué consciencia es más aliviadora? ¿una que refuerza desde el temor la idea de pecado o una que accede a la inocencia desde un sano y amoroso sentido? ¿saborear la condena o acoger el amor? Sostener la culpa o ampliar su panorama con creencias que la alimenten no es sensato, ¿qué es lo que hay detrás de eso?
¿Es posible volver a encarnar? Si la idea de reencarnación parece ser de uso común en ciertos contextos, entonces podrías saber lo que usualmente sugiere pero el término es confuso. Ha sido muy relacionada con aquellos que se refieren al karma, también puede verse de otra manera. Si nos movemos desde la perspectiva del plano mental, en tanto no hay cuerpos no tiene lugar una encarnación, de allí que tampoco algo como encarnar, ni la muerte. Siempre eres, en esencia eres eterno.
Por otra parte, desde la perspectiva del individuo y desde un punto de referencia se vería que desaparece o muere una persona, o simplemente hace la transición de este mundo, mas cumplió su línea de tiempo o vida y tampoco reencarnaría esa personalidad o individuo como tal. De allí que desde la perspectiva del individuo sigue aplicando la sensación de que se tiene sólo esa oportunidad de vida y es muy válida.
Por supuesto que desde un sentido práctico se puede hablar de reencarnación sin ser puristas ni estrictos con la expresión del lenguaje, pero en este caso se han planteado aspectos lógicos que el mismo lenguaje hasta termina ayudando a confrontarla. Para hacerlo sencillo, cuando alguien habla de reencarnación generalmente se comprende y hasta tiene acogida, se admite para facilitar una comprensión.
Pero, ¿qué es lo que se comprende? Este sería un tema que tiene una connotación por desarrollar mejor. Por ahora basta con decir que se experimentan procesos desde un plano mayor al mundo observable, un recorrido desde un punto de vista panorámico de múltiples historias que incluso podrían estar sucediendo al mismo tiempo, múltiples individuos que se relacionan con una mente. Lo que algunos llamarían alma, la cual se construye como si fuese un archivo acumulativo de experiencias y tiene un panorama mayor que tu yo actual como individuo, aunque sea relacionada a la vez contigo mismo.
Hemos visto que en este mundo o universo se puede observar un principio generación que se repite en cualquier grado. Desde allí tiene lugar la idea de almas gemelas. Esta idea se complica cuando hay autores que presentan una diferencia entre llamas y almas afines, de modo que no sabes si se trata de dos o si es preferible distinguir cual tipo de alma es la más genuina o genera mayor conexión. Otros nos informan que pueden existir varias almas gemelas, de hecho, le escuché a alguien que desde cierto nivel del universo las almas si dividen en 6 partes por lo que sería en total 6 almas gemelas según esa visión, distinto sería cuantas llegan a encarnarse y coinciden en la misma vida.
Desde el nivel de la Gran Consciencia se sabe que Somos Uno, por lo que en ese sentido se puede decir que solo hay un Alma y es por sí misma su propia alma gemela, y se te identificas con esa Consciencia de Unidad puedes decir que eres tu propia alma gemela. Sin embargo, aunque en el universo de la generación se acepte que hay almas individuales que son gemelas, considero que es posible encontrar un alma gemela por su vibración y no necesariamente por su concepción o generación.
Esto nos brinda una manera distinta de ver las almas gemelas, así encontrar en el camino no solo una. Puesto que participamos de la Unidad, no debería ser distinta la conexión entre almas pero finalmente podemos considerar que en el mundo de la vibración influye quién circula en la órbita y frecuencia más cercana. De modo que podemos decir que, o No hay alma gemela cuando hablas de Una sola Alma, o eres tu propia alma gemela, o bien, hay almas individuales gemelas y otras que se identifican por vibración puesto que participamos de la unidad y recorremos igual el camino de regreso.
Creo que esas perspectivas son validas cada una en su contexto, puedes sacar tu propia conclusión o identificarte con lo que mejor te resuene de esto.
Ubicándonos en un nivel metafísico o un nivel mental superior a la mente con la que corrientemente te identificas, el miedo en oposición a lo que es utiliza lo que comprendemos como el karma, el pecado, o la culpa, mas no tienen que definirte ni tienen lugar si comprendes que ese es el juego que se ha jugado pero que no hay reglas de juego al final que puedan aplicarse a lo inconmensurable de tu Ser o no necesitas participar de ese juego, es decir, podrás llegar allí comenzando por alimentar a tu conciencia de tal posición. Evidentemente a ese punto se requiere una transición o proceso de asimilación pero también puede haber ayudado la saturación del sufrimiento o de la carga de la culpa. Si en lugar de la culpa se acoge la inocencia de tu esencia de modo coherente pueden comprenderse aquellas palabras que dicen “mi yugo es suave y mi carga ligera”[1]
El temor es lo opuesto al Amor divino. En la mezcla de sensaciones que experimentamos puede parecer que muchas veces tomamos decisiones desde el temor y no desde la intuición, desde esa esencia divina que nos conduce por el camino del Amor. Es así como el perdón a nivel metafísico es una gran ayuda para liberarnos de cargas en memorias por esas difíciles decisiones que nos han llevado a nuestro momento actual, mas el Amor es más fuerte si lo dejas ser. Dicho esto puedes perdonarte, además quizás no sea tarde para alguna cosa que aguardabas aunque tampoco resulte ser necesaria, la vida te lo mostrará y sabrás si te esta dando una nueva oportunidad al respecto u otra distinta.
Si se considerara en este mundo un aspecto oscuro de miedo, parecería que arremetiera contra ti en algún momento, signo que señala que estás fortaleciendo tu conexión. En otras palabras, el ego o la perspectiva del temor ve que pierde su control, por lo que hacer reflexiones de que eso lo proyectas o cualquier motivo analítico no sería muy apropiado si genera resistencia, mas bien enfocarte sabiendo que asciendes a la Luz que te correspondería por derecho si recuerdas y sientes que es esa tu naturaleza.
Considerar y asimilar “lo que es” es semejante a un cambio de mentalidad o al recuerdo de tu esencia, es en principio un aspecto clave y liberador. Ciertamente pueden haber cosas en un contexto o caso para examinar, pero puedes caer en la posición de la victima o del verdugo sin quedarte allí ni cuestionarte demasiado las causas. Si tomamos como ejemplo al Maestro que tanto relacionan con la crucifixión, podría alguien reflexionar como se ubicó en una posición de victima y por tanto los demás de verdugos, o mas bien, comprender la naturaleza de las cosas considerando que hay propósitos que no tienen que ver con karma alguno.
Hay quienes evidentemente han sido victimas de algo en este mundo, eso no tiene que negarse a ese nivel mas tampoco reforzarlo ni quedarse allí. Del mismo modo hay quienes resultan ejerciendo el papel de verdugos descargando siempre la culpa en otros y tampoco tienen que sostener tal posición de por vida o quedarse allí. ¿Que tiene mas relevancia? ¿una crucifixión que se perdonó o la resurrección? Tu también puedes resucitar y no necesitas quedarte con un sentimiento que ya se lo ha llevado el pasado.
Decir eso en muchas ocasiones puede parecer poco sensato si se está en un momento dónde se te dificulta salir de allí, mas existen profesionales, técnicas y ayudas para ello. Personalmente, intento meditar unos pocos minutos, en ocasiones llegué a usar la visualización de una llama violeta que transmuta cualquier negatividad, mas basta muchas veces con dejar ir el momento, vivirlo, si te sientes incómodo aceptarlo por un instante con la intención y la mentalidad de que eso también pasará. Las cosas pueden llegar a afrontarse de un modo más sencillo de lo que parece, en muchos casos esto también puede relacionarse con el fluir en la vida, y si se necesita una ayuda extra también podrías encontrarla.
Una vez más, decir esto resulta un desafío en las condiciones del mundo, pero se refiere a el cuidado de la Paz que se logra reconociendo que esta es importante y con el entrenamiento mental respectivo. Desde un nivel superior o metafísico es posible irradiar luz en tu vida cotidiana, no se trata que en el mundo resultes andando con una carita felíz todo el tiempo, se trata de que a medida que vas sintiendo el llamado a tu Ser Superior, puedes volver a esa tranquildad, dejar ir el enojo si tuvo lugar, conservar un humor apropiado internamente aunque te muestres serio, recordar reír, bien sea de sí mismo o las situaciones. Comprendiendo lo anterior y en un sentido figurado, es posible bailar debajo de la tormenta. Una frase célebre de Séneca, cita:
“En la tormenta es cuando se conoce al buen piloto”
Mt. 11,30 ↩︎