Trozo de un proyecto de libro que he decidido publicarlo como relato en mi blog con un presentimiento y sentido de gratitud al estar en un momento histórico de acontencimientos favorables que podrían cambiar nuestra manera de ver el mundo
Se da en el contexto de alguién que se está preparando para ser sacerdote y tiene la oportunidad de un contacto “con lo desconocido”, muchas preguntas tienen tendencia teológica o religiosa, pero puede ser útil, con mayor medida para quién se encuentre en medio de creencias marcadas o en un punto semejante al personaje que se llama Adriano.
La escena corresponde a una teleconferencia con un familiar del personaje principal, Omaira, acompañada de su esposo Mario y Darío, un amigo que la asiste para canalizar a quién ellos, por fines prácticos y con respeto, le han dado el nombre de maestro.
Conectado al “chat” (después de varios intentos fallidos)
Adriano: Listo. Ya que los he visto, ahora voy a apagar el video para que la señal mejore. ¿Me escuchan?
Omaira: Si te escuchamos. El maestro también dice que sí. ¿Tu alcanzas a escucharnos?
Adriano: Muy bajito. Tal vez, si acercan más el micrófono a su boca. De todos modos, es mejor que sigamos con el chat, pero deja el sonido abierto para que me escuchen. Empecemos las preguntas.
En mi interior: ¿Qué hago? No tengo experiencia con este tipo de cosas, tampoco es algo que manejemos ni en la teología, ni en la vida de la Iglesia. Será acudir al estilo de las películas.
Adriano: En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, dinos ¿cómo te llamas y quién eres?
Omaira: No tengas ninguna prevención conmigo, el querer saber quién soy no te genera ninguna garantía. Sí te puedo dar un nombre pero eso no tiene importancia.
Adriano: Dime entonces, ¿Quién es Cristo para ti?
Omaira: Lo que conocen como Cristo, es el Amor del Padre que se ve reflejado en cada uno de vosotros. Es un Amor incondicional.
Adriano: Sí, pero también hablo del Hijo de Dios Vivo, hecho Hombre. Lo que tu me dices es lo que es para ti, porque así lo pregunté. Dime entonces: ¿Qué visión tienes realmente sobre Nuestro Señor Jesucristo y su misión redentora?
Omaira: La misión de Jesucristo en el hombre, es llevarlo a que experimente dentro de su ser interno el Amor incondicional.
En mi interior: Lo dice como quién conoce realmente. Esto es cierto, pero cómo dicen que hasta los demonios creen.
Omaira: Esto quiere decir que la Luz está instalada en el corazón del hombre. Ésta Luz se expande en la medida que experimentas tu Esencia Verdadera. Ésta Esencia no se identifica con la materia, pero al mismo tiempo puedes experimentar desde la materia un Amor muy distinto al que se experimenta entre los humanos ya que este inunda cada parte de su Ser.
Cuando tienes una experiencia de este tipo, tienes la certeza de que es algo que no viene de ti. ¿Comprendes?
Adriano: Creo que sí. ¿Puede parecerse a aquello que experimenté una vez en una meditación en medio de la oración?
Omaira: Tu bien sabes que el proceso que estás viviendo, es una de las muchas maneras en que el Padre se manifiesta con sus hijos. Pero dicha experiencia la puedes vivir y experimentar estando viviendo en otra realidad o de despertarse a uno mismo.
El encuentro con el Ser Interno, es el encuentro con Su Hijo Amado.
En mi interior: Es verdad. Pero debo insistir en seguir midiéndolo.
Adriano: Ok. Este Hijo Amado ha venido para nosotros cómo Jesús de Nazaret. ¿Me entiendes lo que digo?
Omaira: Sí.
Adriano: Entonces, si este Hijo de Dios Vivo, ha muerto y resucitado, ¿Cómo se puede explicar, lo que has hablado sobre la reencarnación en el audio que me enviaron? ¿Cómo mezclar redención con reencarnación? ¿Acaso esa misión es cíclica o por Galaxia?
Omaira: Te recuerdo algo que has olvidado. Pero tranquilo, que no sólo tu sino muchas personas.
Este Ser de Luz, vino con un propósito y tú lo conoces bien. Era llevar a la humanidad a vivir no desde los temores, sino desde el Amor. Y esto no tiene nada que ver con lo que llamas reencarnación.
Entiendo que tengas confusión en tu razón y en tu espíritu. Pero tu sabes lo que resuena muy dentro de ti. Así vaya en contravía de lo que hayas aprendido en esta experiencia de vida.
Solo tú puedes identificar lo que resuena contigo. De nada sirve lo que yo te pueda decir o lo que te digan dónde estás. Porque la respuesta a esa inquietud la tienes dentro. Tu sabes a que me refiero. Muy dentro tuyo hay algo con lo que resuenas, pero hay algo que te impide creer y abrirte a eso. ¿Comprendes?
Adriano: Parcialmente. Para que me entiendas yo no sólo tengo inquietud respecto a algo personal, sino que además lo pregunto en función de las personas que me rodean, porque de ser posible, podría ser bueno incluso, comunicarlo al mundo.
Entonces estas preguntas de las que tengo respuesta, no las hago sólo para mí. Digo esto para que me comprendas también.
En mi interior: Decía la verdad, pero tenía también la intención de evaluar las cosas.
Adriano: Pero volviendo a la cuestión. ¿Tendría el Hijo de Dios Vivo que morir y resucitar para la redención, por ejemplo, en otra Galaxia?
Omaira: ¿Qué quieres saber?
Adriano: ¿Esta redención es cíclica o se tendría que dar por Galaxia?
Omaira: Recuerda que lo que tu llamas morir y redimir es en un contexto, pero tu sabes que más allá de esto, la muerte como tal no existe. Si no existe la muerte de la esencia, solo la muerte de un cuerpo en una dimensión puntual como ésta, el proceso de redención se puede mirar de manera diferente. ¿Comprendes?
Adriano: Más o menos. Por eso para mi es importante la primera pregunta, sobre quién es Cristo refiriéndome a Jesús de Nazaret, que es para nosotros Dios mismo hecho Hombre.
Por esto continúo con el cuestionamiento sobre la visión que tienes al respecto, porque dependiendo de esto podría tener un punto de partida para ver la redención conforme a lo que me has dicho antes, es decir, ¿Cómo digiero esto en contraste a la experiencia de Cristo? ¿Habría que evangelizar en otros sitios?
Porque se me ocurre que el universo tiene un proceso cíclico, además podrían existir otras galaxias con vida pensante.
Omaira: Tu mismo lo has dicho. En el universo que vosotros conocéis, éste universo de la materia todo es cíclico pero al mismo tiempo es en espiral, lo que significa que aunque retornes al mismo punto no es igual, porque ya estás en una vibración diferente si te la da la experiencia vivida.
En mi interior: ¡Claro! Eso del espiral es una de las cosas que he recibido y me he hecho consciente en la Iglesia. Me identifico con esto de manera vivencial, pero no me puedo entregar tan fácil.
Omaira: Una vez terminas un ciclo, inicias otro, esto es un reflejo que se da a nivel micro y a nivel macro. También lo puedes dilucidar en tu propia vida porque cuando te permiten vivir una experiencia que no es muy grata o dolorosa y no comprendes el propósito de la misma, más adelante te permiten volver a vivirla pero tu nivel de vibración es diferente.
Mirando lo que tu llamas redención y que colocas a Jesús, es lo mismo. Porque lo que hace es llevar al Hombre sin importar lo que haya vivido, o lo que haya hecho, o lo que para el hombre no es muy agradable, o no tiene en cuenta esto, se le permite vivir de nuevo algo para llevar a conectarlo con el propósito por el cual esta viviendo.
Pero esto sólo se vive mientras estés en esta experiencia Humana. Recuerda que cuando naces no se te permite recordar tu origen porque es como si te contaran el final de la película. La película es la vida misma y la experiencia de vivirla te lleva a encontrar el sentido y a vivir desde tu propia experiencia.
Recuerda que es importante escuchar lo que te dicen, pero más importante aún es escuchar tu propia esencia. Una manera más cómoda para ti si así lo quieres ver, es que puedas diferenciar aquello que resuena dentro así esto vaya o sea muy diferente a lo que tu previamente tienes concebido en tu mente.
La vida es una experiencia única, tú eliges estar donde estás, pero también puedes decidir cambiar aquello que no va en consonancia contigo. Paralelo a todo esto se le ha instalado al hombre también temores, algunos comunes a todos y otros que hacen parte del proceso que elegiste vivir.
Es como un juego que le llaman yincana. Debes encontrar las pistas de tu vida y saberlas interpretar para que te lleven a la siguiente pista. No tendría sentido si de entrada te decimos cual es tu última pista, porque tu esencia lo sabe. Cuando vives un proceso de la muerte de tu cuerpo y regresas a la Luz podéis entender todo esto claramente, pero el propósito de la vida es que tú lo descubras mientras estás viviendo esta realidad en esta vida. ¿Comprendes?
Adriano: Sí, sí lo comprendo pero sigo con la cuestión sobre Jesucristo, porque para nosotros, la revelación ha sido dada por Él, quien además ha sido el único quien ha dado razón directa del Padre. Por esto no reconocemos de la misma manera la revelación de otras religiones. Ahora te pregunto ¿Hay una doctrina iluminada de manera exclusiva y cual sería?
Omaira: Si te pregunto, ¿De qué te sirve pertenecer a una religión puntual si esta contiene la verdad absoluta pero tú no descubres tú propósito? ¿Qué es más importante para ti, encontrar respuestas a lo que no tiene sentido en tu vida o lo otro? Tú eliges.
Adriano: Te repito que no lo estoy diciendo sólo para mí. Yo he querido hacer por ahora preguntas generales.
Omaira: Nosotros entendemos tu querer saber para otros. Pero vuelvo y te pregunto ¿Quién es más importante ahora? ¿Tú o los demás?
En mi interior: Tal vez esté intentando adularme como lo podría hacer un demonio. Yo no le puedo dar la razón así como así.
Adriano: Sí el Otro es Cristo y Cristo también soy yo, sería lo mismo. Por eso te he hecho estas preguntas desde el principio, para ver si hay un punto que me haga acercarme a ti. Te lo digo desde mi perspectiva y presupuestos.
Porque deberías saber entonces que Jesucristo no vino a hacer religiones. Jesucristo hizo una experiencia de vida. Cuando te pregunto estas cosas, es por la realidad histórica en la que nos encontramos, en medio de tantas doctrinas e ideologías muy particulares. Siento que me evades la pregunta constantemente.
Omaira: No se trata de que tu pienses que no te quiera responder. La cuestión es simple.
Está bien que tu quieras respuestas más amplias pero recuerda que sólo me permiten hablar de unas cosas y sobre dichas respuestas sólo me dicen que en la época de Cristo, antes y ahora en este tiempo, el Padre siempre ha enviado señales y profetas de acuerdo a la evolución de la consciencia humana pero con el propósito que es el mismo y ha sido el mismo siempre.
Es muy simple, que tu experimentes la divinidad del Padre dentro tuyo. Una vez tu lo experimentas se te aclaran todas estas dudas y se te dan las respuestas que quieres saber en este momento.
No se trata de no querer o de evadir las respuestas. Es como un Padre con un niño pequeño. Cuando este no está aún listo para saber algo, el Padre le dice que más adelante cuando sea grande. Pero te aseguro que cuando tú te permitas experimentar el Amor infinito de tu Padre, se te dispararán todas las entendederas.
No quieras saber el final de la película cuando ya lo sabes en la teoría, porque lo que importa es que lo puedas experimentar dentro tuyo.
Es natural y es un gesto muy noble y de amor muy tuyo, el querer saber esto para compartirlo a otros, pero es más importante que tu lo experimentes.
Adriano: Entiendo. Te quiero hacer entonces otra pregunta. Yo he experimentado el Amor de Dios en mi Vida en el proceso en el que he estado en medio de la Iglesia. Hay un momento en el que te entregan de un modo muy particular la oración. En una ocasión, en medio de una meditación he tenido una pequeña experiencia. ¿Es mas o menos esto lo que tu me dices?
Omaira: Tú sabes bien que es así, porque es algo que tú lo sientes muy dentro tuyo y es algo que sabes que no viene de ti. A eso nos referimos.
En mi interior: Creo que me ha vuelto hablar en plural. Voy a darle información para ver que piensa.
Adriano: Ok. Entonces te cambio el tipo de pregunta. Y para ello parto de la siguiente premisa.
Para nosotros en la Eucaristía, que es una exultación, hay un momento en el que las especies del pan y el vino, se convierten en el cuerpo y sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Se podría ver como una manera material de alimentarnos de Él y de Su Espíritu. ¿Se da esto tal como te lo digo?
Omaira: Claro que sí. Pero no solo se da en la Eucaristía. ¿Comprendes?
Adriano: Comprenderé si me dices por ejemplo, ¿cómo se alimentaría alguien que no tiene acceso a este alimento?
Omaira: Recuerda que esta es una manifestación física del Amor del Padre, pero tu también puedes experimentar Su Amor de otras maneras. Tu sabes a que me refiero.
Adriano: También sé. Ahora te pregunto entonces sobre un sacramento.
El bautismo nos facilita el acceso a la gracia de la salvación, es un sacramento que consideramos eterno. ¿Cómo se da realmente esta experiencia, qué pasaría con las personas que no se bautizan? Sabes que puedo tener en parte la respuesta, pero te lo pregunto para que lo aclares desde tu óptica.
Omaira: Tu te confundes mucho. Aunque ya sabes qué es. Pero te lo aclaro de una manera mas precisa.
Independientemente de la religión que tu has elegido en esta vida y aunque no lo recuerdes, tu ser interno lo sabe. No importa si en esta existencia tu has sido bautizado o no, porque todos han vivido una experiencia en cada religión de este planeta, en vidas anteriores.
¿De qué preocuparse? Porque lo que tu llamas sacramento de la iglesia o en otras iglesias, es una manifestación para recordar la divinidad que hay en ti. Pero es solo para esto, porque siempre está en ti. ¿Me comprendes?
Adriano: Sí, te comprendo.
Quisiera preguntarte entonces ¿Hay alguna diferencia entre una pareja que vive una unión de manera consagrada, en paralelo a una unión que lo ha hecho de una manera más independiente? O ¿No la hay?
Omaira: Ya comprendo tu pregunta. Lo que tu llamas unión consagrada es lo mismo que el bautismo. Es un compromiso desde esta experiencia pero al mismo tiempo sus almas están unidas. Lo que importa en ultimas es el amor y la experiencia que estas dos almas han elegido vivir juntas.
Pero cuando tu lo vives en una experiencia de una religión, es importante que lo hagas mientras estés en consonancia con ella. Pero no se puede juzgar a otras parejas, porque nos recuerdan el pacto que han tenido previo para vivir dicha experiencia. Lo que importa es que la puedan vivir y que tomen el aprendizaje que las dos quisieron vivir.
No es más o menos, aquellos que lo hacen desde una experiencia que se ve diferente a los ojos humanos. Porque lo que cuenta es su intención desde muy adentro de su ser.
En mi interior: Se me vino a la cabeza casos de personas muy allegadas a mi. Por esto tenía una inquietud en el fondo de tipo moral.
Adriano: Te entiendo, pero precisamente quería esclarecerlo.
Omaira: Porque tu tienes todas las respuestas muy dentro tuyo. Pero paralelo a esto tienes unos temores que te llevan a dudar. Tu mismo los escogiste antes de venir. ¿Comprendes?
En mi interior: Creería que sí, pero ¿cómo es eso de que yo escogí algo antes de venir?
Adriano: Sí, creo que te entiendo.
En mi interior: ¿Qué le pregunto entonces? Ya sé. Miremos que piensa de un sacramento que puede considerarse eterno, así como el bautismo. Voy a ver que visión tiene de los sacerdotes. Además me interesa porque voy rumbo a ordenarme algún día.
Adriano: Te quiero preguntar entonces respecto a los Sacerdotes. Para nosotros imprimen un carácter. ¿Ellos tienen de alguna manera una gracia especial respecto a las demás personas? ¿Es así, realmente?
Omaira: A los sacerdotes, tu sabes que sí, les asiste una gracia especial, pero esta gracia no tiene nada que ver con su estuche, con su vida. Me explico. Esta gracia está por encima de las experiencias vividas como hombre. ¿Comprendes?
Adriano: Me dices que es algo que recibe ese hombre en esa historia o ¿Es una gracia que viene de antes?
Omaira: Es una gracia que se concede desde antes de nacer.
Adriano: ¿De nacer en esa vida?
Omaira: Correcto.
Adriano: Entonces, cuando un sacerdote muere ¿Esa gracia permanece o ya no es necesaria?
Omaira: Eso que tu llamas gracia no desaparece con la muerte. Hace parte de su esencia infinita.
Adriano: Luego entonces, ¿El presbítero tiene esta gracia en todas sus vidas?
Omaira: Claro que sí. Pero dicha gracia en otras vidas, como no recuerda la anterior, no puede hacer uso de ella.
Adriano: Ok. Voy entendiendo más. Quiero hacer ahora unas preguntas personales. No se cómo te sientes, u Omaira. ¿Están cansados?
Omaira: Adriano soy Mario ahora. El maestro dice que no está cansado. Lo que pasa es que ahora tenemos unos compromisos, así que aprovecha esta media hora que nos queda.
En mi interior: Realmente me estoy animando con esto. Pero tengo que tener cuidado, además ya no recuerdo qué me dijo sobre el nombre de él.
Adriano: Me recuerdas tu nombre por favor.
Omaira: Ya lo preguntaste y te dimos una respuesta.
Adriano: Pero no lo recuerdo.
Omaira: No te lo vamos a decir. Pero lo que importa es que si tu sientes que la procedencia de la información que te damos no resuena contigo, bien te puedes ir.
Adriano: Yo quiero tomar partido y en este momento me siento bien.
Omaira: Siente la respuesta en tu interior. El nombre te lo daremos a ti directamente. Pero tu necesitas estar abierto a recibir y escuchar. Te llegará el nombre.
Adriano: Me parece bien que sea así.
En mi interior: Si lo que ha dicho esta fuente resuena realmente en mi ser y puede dar respuestas, voy encaminar mi inquietud respecto a continuar o no con mi vocación.
Adriano: Ahora te digo. Yo estoy en una situación donde veo dos caminos. Para mi los dos son buenos. Lo que no sé es si en uno se pierde más que en el otro. No sé si al tomar una decisión, me podría desviar de la voluntad de Dios. ¿Entiendes a que me refiero?
Omaira: Sí, claramente te entendemos. Lo que te podemos decir es lo siguiente.
Tú cuando tienes dos opciones para tomar y éstas para ti son buenas, lo que importa es que entiendas que al tomar una o la otra no te va a llevar a que te sientas que has tenido un error. Pero lo puedes experimentar así, ya que la una excluye a la otra y te implica renunciar a ciertas cosas que para ti son importantes ahora.
Lo que pasa es que tu no te recuerdas que tu mismo elegiste estar ahora aquí y para ti como para estos hermanos que están aquí al lado, es más cómodo que le digan qué hacer.
De eso se trata la vida. Pero tu estás en un momento importante y decisivo en tu vida. Pero debes estar agradecido con lo que estás viviendo, porque cualquier elección que tomes es buena para ti. Bien puedes tener una decisión tomada, pero antes escucha lo que quieres muy de adentro.
Recuerda que lo más importante no es el mensaje mismo. En otras palabras, no importa la elección que tu hagas, lo importante es que lo hagas desde tu ser interno, ya que este te llevará a experimentar la gracia divina de Dios dentro tuyo.
Siéntete nuevamente afortunado, porque nunca te vas a equivocar si lo quieres ver así. Otras personas tienen que tomar decisiones, pero a diferencia tuya, ellas tienen sólo dos opciones y sólo una le permite llegar a esa conexión especial y divina con su ser interior.
Descansa muy dentro de tu ser, porque en este momento te permitimos sentir, experimentar, que tú en vidas pasadas ya has vivido estas experiencias.
No tengas miedo de lo que puedas vivir en este momento, experimenta dentro tuyo, una voz muy suave que te inunda todo tu ser, tu eres un ser de Luz muy especial, por eso tú tienes una actitud de querer primero dar a los demás. Esto te viene de toda tu experiencia de vidas pasadas, tu has venido a esta experiencia a vivir el tomar decisiones, pero con una gracia especial.
En mi interior: Lo dice de una manera tan verdadera y con una Paz que realmente me llega. ¿Y a qué se refiere con eso de que ya viví estas experiencias antes? ¿Acaso fui sacerdote en otra vida?
Omaira: No permitas que tus temores y dudas te lleven a experimentar el infierno dentro tuyo, porque es muy fácil tomar una decisión cuando se tiene la certeza dentro. A pesar de que te decimos que cualquier decisión que tomes está bien para ti, eso no es suficiente.
En mi interior: Me hace sonreír, porque así son las cosas conmigo.
Omaira: Porque tú dentro tienes instalado que cualquier decisión que tomes, vas a sentir y a pensar en algún momento, que te has equivocado, pero eso es lo que vas a vivir y a experimentar.
Recuerda que tu eres un Ser de Amor. ¿Te sientes ahora más tranquilo?
Adriano: Sí.
Omaira: ¿Te sientes afortunado?
Adriano: También. Y lo entiendo. Me da como el sentido por el cual estoy aquí. Sin embargo, si sabes estas cosas, debes saber que en esta vida he empezado desde cero un par de veces antes y aún así no es sencillo.
Mi decisión ya tiene una tendencia marcada y eso implica volver a empezar de cero, conlleva unas condiciones económicas que dejé atrás y que ahora no tengo.
Omaira: No hables tanto. Simplemente escucha. El temor siempre va a estar en ti. Eso y la duda van instaladas en tus células, pero recuerda lo que te dijimos al comienzo cuando preguntabas que si todo el universo era cíclico. Recuerda que vuelves a empezar de nuevo pero tu ya eres otro, porque la espiral va siempre en forma ascendente.
La experiencia que tu tienes contigo mismo hoy, es diferente. El temor en tu parte humana y material siempre va a estar, pero sabes que nosotros siempre te hemos apoyado en esa parte, porque tu no has venido a procesar eso. ¿Comprendes?
En mi interior: Es como si me hubiesen cuidado de muchas cosas, así ha sido, es verdad. Sin embargo no se si aún estoy joven para trabajar en una compañía.
Adriano: Sí, sí. Lo que digo es que de alguna manera, cuando se escoge cerrar una puerta se abren otras posibilidades. Pero por ejemplo, ¿cómo va a ser esto frente al trabajo?
Omaira: Mira, tu sabes que frente a estos dos caminos ya están dispuestos todos los pilotes en cada uno. ¿Comprendes?
En mi interior: Recordé las experiencias en la Iglesia un par de momentos que tuve antes, donde me desprendía de cosas materiales y volvía a empezar, siempre fue para bien, incluso mejor, además de liberador y renovador. De tomar la decisión, sería como la tercera renovación en mi vida.
Adriano: Sí, si te comprendo y te agradezco lo que dices. Te pregunto ahora otra cosa.
Hay una mujer que hizo parte de mi vida y sé que por un tiempo pasó momentos difíciles. ¿Tuve que ver con eso?
Omaira: Lo que te podemos decir es lo siguiente. Tu tranquilo.
Tu no tienes, de alguna manera, permiso de hacer daño a otro y menos a tu alma gemela. No es tu naturaleza.
Eso que pasó lo acordaron previamente y fue ella que lo permitió para su propia experiencia de vida y de despertar. Ella fue quién lo eligió. A pesar de que los dos son parte de una misma unidad, cada uno vive una experiencia distinta.
No es amor espiritual, sino muy humano el sentirse de alguna manera culpable, eso no te hace ser mejor, así que tranquilo.
En mi interior: ¡Pero qué he escuchado! Inmediatamente me trasporté en mi memoria a aquellos momentos tan particulares con ella.
En uno, estábamos en una finca, íbamos tomados de la mano en medio de un campo lleno de árboles, de repente se encontraron nuestras miradas, sentía que esto había sucedido antes, como si desde siempre hubiésemos existido y conocido. El beso fue consecuente. Sentí como si el cielo detuviese el tiempo, o el beso nos detuvo en el tiempo. Nuestra pasión desbordó enseguida.
En otro momento que recuerdo, casualmente me encontré con ella estando en un templo, esto fue después de un par de años estando ella ya casada. Fue extraño porque yo estaba en un costado y en cuanto giré mi cabeza hacia la izquierda y la vi a lo lejos en el otro costado, inmediatamente con un impulso automático me dirigí hacia ella y sin que ella se percatara, me hice a su lado. En cuanto me vio se sorprendió.
Al salir del templo tuvimos unos minutos para cruzar algunas palabras, de repente se acercó como un señor que vendía objetos religiosos y dijo: “Disculpen pero tengo que decirles algo, se ve que Ustedes dos se quieren mucho”. Nos miramos y quedamos perplejos y desconcertados porque aquel hombre no conocía el contexto del casual encuentro, ni siquiera se había acercado para vendernos algo, simplemente se retiró.
Recordé también aquella noche en que logré ver el espectro y la silueta de ella. Fue en el momento en que te despiertas en medio del sueño. Era tan real que yo me asusté. Al siguiente día ella me contó de un sueño en el que me observaba mientras yo dormía en mi cuarto. Según ella, me miraba mientras permanecía de pié cerca de mi cama. Estábamos dormidos cada uno en su respectiva casa y coincidió el evento descrito. La sorpresa fue mutua.
Debía aterrizar y se me vino a la cabeza preguntarle por un proyecto, dado que no tenía ni idea como podría enfrentar un cambio de vida.
Adriano: Otra pregunta personal. Como profesional he estado desarrollando un proyecto. ¿Desgastarme en eso, tiene sentido?
Omaira: Recuerda que lo importante es que lo que tu hagas vaya en consonancia con la decisión que tu vayas a tomar prontamente. Tu ya sabes a que nos referimos. ¿Comprendes o sigues igual de confundido?
Adriano: Lo entiendo perfectamente. Tengo más preguntas pero no queda tiempo. Así que, ¿quizás tienen algo que decir para alguien cercano?
Omaira: Lo que me dicen es lo siguiente. Por qué estabas tan ansioso al punto de que casi no podemos tener contacto contigo y ahora que lo tenemos no preguntas por aquello que tienes guardado en tu corazón.
Esas cosas personales que tanto has querido saber la respuesta. ¿Comprendes?
Tu sabes y lo dijiste ahora. Que tu tienes dos caminos y tu estás en este momento en el punto exacto si te vas por la izquierda o la derecha. Tu sabes a que nos referimos. Pero no te podemos decir o sugerir cual tomar. Pero sí te recordamos el privilegio que tienes, ya que cualquiera te lleva a la iluminación, pero uno es más recto que otro, y con uno corres mas riesgo de sufrir y de perderse que con el otro. No es lo mismo tener una ayuda puntual a tu lado, o tenerla desde tu esencia. ¿Comprendes?
En mi interior: Claro! Seguramente me estará recordando lo difícil que puede ser la convivencia en pareja. Ni que decir, con todos los casos de parejas que veo en medio de la misión. Y eso que todavía no conozco las cosas que salen de las parejas en una confesión.
Adriano: Si comprendo.
Omaira: Recuerda que tu tiempo de tomar una decisión ha llegado. Si tu no lo haces desde tu esencia y tu libertad, nosotros te pondremos una ayuda para que la tomen por ti.
Pero a veces esta ayuda no les gusta mucho a vosotros, porque puede ser no muy grata. ¿Comprendes?
Adriano: Sí, nosotros decimos que la historia actúa. Lo comprendo.
Omaira: ¿Comprendes que en este momento tu debes tomar la decisión y que es pronto, o lo hacen por ti? ¿Qué tu quieres? ¿Quieres que la tomen por ti? ¿Te gustaría eso?
Adriano: En este momento, deseo tomarla yo.
Omaira: ¿Qué estás esperando para hacerlo? ¿Qué te detiene?
Adriano: Me detiene por así decirlo, el dilema de quién lleva una misión muy importante, cómo un superhéroe. Es decir, alguien que piensa en los demás, pero también tiene su aspecto personal. Pero tengo un mar de emociones que me inclinan mucho hacia un lado.
Omaira: Recuerda que si no lo haces pronto, te mandaremos una ayuda, pero a lo mejor no va a ser de tu agrado. Esto lo hacemos para ayudarte a que tomes una decisión. No lo hacemos porque te queremos hacer algún daño y no queremos presionarte. Ya que este punto de tu vida tu mismo lo elegiste y nos dijiste que si no lo hacías, que te ayudáramos. Fue tu decisión, no la nuestra. No nos culpes después. ¿Comprendes?
En mi interior: ¿Que yo les dije qué cosa? ¿Desde dónde o cúando?
Adriano: Creo que sí.
Omaira: Estás en una etapa decisiva en tu vida, estate atento a las señales que te ayudarán a tomar la decisión que elijas.
Adriano: Ok. Entiendo que allí se tienen que ir por un compromiso adquirido. Agradezco esto y desearía que hubiese otro momento antes que Darío parta.
Si ya se tienen que ir entonces me despido, gracias también a Darío.
Omaira: Sí, soy Mario de nuevo, nos toca salir volados. Nos hablamos luego.
Adriano: Chao.
Desconectado
Quedé perplejo. Y si bien contemplaba el beneficio de la duda, ahora estaba más animado y entusiasmado que Omaira.
Si Omaira estaba loca y también su esposo que la venía secundando y apoyando en esto, ahora yo me unía al grupo de dementes.
Si esto era así, realmente podría desplegar mi vida de otra manera distinta. Inmediatamente sentí como un empujón para tomar la decisión de abandonar el seminario.
Descubrí que me encontraba mas claro que nunca y le escribí un mensaje de texto al teléfono móvil de Omaira que decía:
“¡Ya tomé una decisión!”.