El Evangelio de Tomás según Pursah

Versión depurada por Pursah

Este evangelio que corresponde a dichos de J (apelativo para Jesús, quién no es seguro que se llamara así) en un texto apócrifo que se encontró escrito en copto, que es un egipcio antiguo, y recientemente el autor Gary Renard, hace una depuración en su libro “Tu Realidad Inmortal” indicada por quien se hace llamar Pursah, Su Maestra. Presento aquí el extracto mencionado tomado del libro de Gary y traducido al español.

Estos son los dichos ocultos que pronunció J el Viviente, y Dídimo Judas Tomás registró:

  1. Y él dijo, quién descubra la interpretación de estos dichos no gustará la muerte.
  2. J dijo: “Quienes buscan no deben dejar de buscar hasta que encuentren. Y cuando encuentren se sentirán turbados. Y cuando estén turbados se maravillarán. Y Ello reinará sobre Todo”.
  3. J dijo: Si tus maestros te dicen, mira la divina ley de Dios está en el cielo, entonces los pájaros te precederán, si te dicen está en el mar, entonces los peces te precederán, mas bien la divina ley de Dios está dentro de ti y tu estás en todas partes. Cuando te conozcas a ti mismo serás conocido y entenderás que nosotros somos uno, pero si no te conoces a ti mismo, vives en la pobreza y tu eres la pobreza.
  4. J dijo: la persona mayor en días no debería dudar en preguntar a un niño pequeño por el significado de la vida, y esa persona vivirá, porque muchos de los primeros serán los últimos y ellos se convertirán en uno solo.
  5. Conoce lo que está delante de tu cara y lo que está escondido de ti te será revelado, porque no hay nada oculto que no será revelado.
  6. Los discipulos le preguntaron, “¿quieres que ayunemos?, ¿cómo deberíamos orar?, ¿deberíamos hacer actos de caridad?, ¿que dieta deberíamos observar?”. J dijo, cuando vayais a cualquier región y caminéis por las zonas rurales y la gente os acoja, comed lo que os sirvan, después de todo lo que entra por tu boca no te mancillará, mas bien, será lo que salga de tu boca lo que te revelará.
  7. J dijo: Un pescador sabio lanzó su red al mar, cuando la sacó estaba llena de peces pequeños, entre ellos descubrió un pez grande y hermoso, devolvió todos los peces pequeños al mar y eligió el pez grande. Cualquiera de los presentes que tenga dos buenos oídos, debería oir.
  8. J dijo: Mirad, el sembrador salió, tomó un puñado de semillas y las esparció, algunas cayeron en el camino y los pájaros vinieron y se las comieron, otras cayeron en las rocas y no enraizaron ni produjeron grano, otras cayeron entre los pinchos y estos ahogaron las semillas y los gusanos se las comieron, y otras cayeron en terreno fértil y produjeron una buena cosecha, produjeron 60 por medida y 120 por medida.
  9. Los muertos no están vivos y los vivos no morirán.
  10. J dijo a los discípulos: Comparadme con algo y decidme como soy, Simón Pedro le dijo “eres como un ángel justo”, Mateo le dijo “eres como un profesor de sabiduría”, Tomás le dijo “Maestro, mi boca es totalmente incapaz de decir como eres”, y él le llevó aparte y se retiraron y le dijo tres dichos. Cuando tomás volvió sus amigos le preguntaron “qué te ha dicho”. Tomás les dijo “si os digo uno de los dichos que me ha confiado, tomaréis piedras y me lapidaréis y saldrá fuego de las rocas y os consumirá”.
  11. J dijo: yo os daré lo que ningún ojo ha visto, lo que ningún oído ha oído, lo que ninguna mano ha tocado y lo que no ha surgido en el corazón humano.
  12. Los seguidores le dijeron a J: “dinos como será nuestro final”. Él dijo: habéis descubierto el principio, para que estáis por tanto buscando el final, porque dónde el principio está, estará el final. Afortunado es el que está en el principio, ese conocerá el final y no saboreará la muerte.
  13. Los discipulos dijeron a J: “dinos como es la ley de Dios”. Él les dijo: “es como una semilla de mostaza, es la más pequeña de las semillas pero cuando cae en terreno preparado produce una gran planta y se convierte en cobijo para los pájaros del cielo”.
  14. Cuando hagáis de los dos uno, y cuando hagáis de lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno y lo superior como lo inferior, y cuando hagáis del hombre y la mujer uno solo, de modo que el hombre no sea masculino y la mujer no sea femenina, entonces entraréis en el reino.
  15. Yo os elegiré uno de un millar y dos de diez mil y se alzarán como uno solo.
  16. Los discípulos dijeron: “Muestranos el lugar dónde estás porque debemos buscarlo”. Él les dijo: “Cualquiera de los prsentes que tengan dos oídos que oiga. Hay Luz dentro de una persona de Luz y brilla sobre todo el mundo. Si no brilla hay oscuridad”.
  17. Tu ves la mota en el ojo de tu hermano pero no ves la viga en tu propio ojo. Cuando saques la viga de tu propio ojo, entonces verás con suficiente claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.
  18. Yo estuve en el mundo y los encontré a todos ebrios y no encontré a ninguno de ellos sediento.
  19. Vinieron vacíos al mundo e intentan abandonarlo vacíos, pero entre tanto están ebrios. Cuando hayan expulsado el vino abrirán los ojos.
  20. Un profeta no es aceptable en su propia ciudad. Un médico no cura a aquellos que le conocen.
  21. J dijo: Una ciudad construida sobre una alta colina y fortificada no puede caer ni puede estar escondida.
  22. J dijo: Si un ciego guía a otro ciejo ambos caerán en el agujero.
  23. No os preocupéis desde la mañana hasta la noche, y desde la noche hasta la mañana, por lo que vestiréis. Los lirios no se afanan ni hilan.
  24. Cuando te quites la ropa sin culpabilidad y la pongas bajo tus pies como los niños pequeños y la pises, entonces verás al Hijo del Viviente y no tendrás miedo.
  25. Una viña ha sido plantada fuera del Padre, pero como no era fuerte será erradicada y se marchitará.
  26. J dijo: A quien quiera que tenga algo en mano, se le dará más, y a quién no tenga nada se le privará incluso de lo poco que tenga.
  27. Sed transeúntes.
  28. Las uvas no se cosechan de los espigos, ni los higos salen de los cardos.
  29. Una persona no puede montar dos caballos ni doblar dos arcos. Y un sirviente no puede servir a dos amos, pués honrrará a uno y ofenderá al otro. Nadie bebe vino viejo e inmediatamente quiere beber vino nuevo. El vino nuevo no se vierte en los odres viejos porque se podrían romper. Y el vino viejo no se vierte en odres nuevos porque se echaría a perder. No se cose un remiendo en un atuendo nuevo porque podría crearse una rasgadura.
  30. Si dos hacen las pases entre sí en una sola casa, dirán a la montaña “muévete allí” y se moverá.
  31. Afortunados los que estáis solos y elegidos porque encontrarés el reino, porque habéis venido de él y volveréis allí de nuevo.
  32. Los discípulos le dijeron: “Cuando se producirá el reposo de los difuntos y cuando vendrá el nuevo mundo”. Él les dijo: “Aquello que estáis esperando ya ha llegado, pero vosotros no lo sabéis”.
  33. Los discípulos le dijeron: “24 profetas han hablado en Israel y todos ellos hablaron de ti”. Él les dijo: “Habéis descartado al Viviente que está en vuestra presencia y habléis hablado de los muertos”.
  34. Afortunados son los pobres porque suyo es el reino del Padre.
  35. Quién ha llegado a entender este mundo solo ha encontrado un cadaver. Y quién ha descubierto el cadaver, de ese el mundo ya no es digno.
  36. La divina ley de Dios es como una persona que tenía buenas semillas. Su rival vino delante la noche y sembró malas yerbas entre las buenas semillas. La persona no dejó que los trabajadores arrancaran las malas yerbas, sino que les dijo: “No. Porque podrías arrancar las malas yerbas y el trigo junto con ellas. Porque el día de la cosecha las malas yerbas estarán a la vista y serán separadas y quemadas”.
  37. J dijo: Felicidades a la persona que ha perdonado y encontrado la vida.
  38. Mira al Viviente mientras vivas, de otro modo, cuando mueras y trates de ver al Viviente serás incapaz de ver.
  39. Yo Soy el que viene de lo que es total, a mi se me han dado de las cosas de mi Padre. Por lo tanto, Yo digo que si uno es total estará lleno de Luz, pero si uno está dividido estará lleno de oscuridad.
  40. J dijo: Yo desvelo mis misterios a los que están preparados para mis misterios. No dejes que tu mano izquierda sepa lo que está haciendo la derecha.
  41. Había un rico que tenía mucho dinero, él dijo: “Invertiré mi dinero para poder sembrar, cosechar, plantar y llenar mis almacenes con productos del campo para que no me falte nada”. Esas eran las cosas que pensaba en su corazón, pero esa noche murió.
  42. J dijo: Muéstrame la piedra rechazada por los constructores, esa es la piedra angular.
  43. J dijo: Aquelllos que lo saben todo pero son carentes en sí mismos, son completamente carentes.
  44. J dijo: Si manifestais lo que está dentro de vosotros, lo que tenéis os salvará. Si no tenéis eso dentro de vosotros, lo que no tenéis dentro de vosotros os matará.
  45. Una persona le dijo: Dí a mis hermanos que dividan las poseciones de mi padre conmigo. Él dijo a la persona: Hermano, quién me hizo dado a dividir. Él se giró hacia sus discípulos y les dijo. Yo no soy dado a dividir, ¿cierto?
  46. J dijo: Hay muchos que esperan en la puerta, pero los que están solos entrarán en la cámara nupcial.
  47. J dijo: La ley divina de Dios es como un mercader que tenía una remesa de mercancías y después halló una perla. El mercader era prudente, vendió la mercancía y compró la perla para sí mismo. Lo mismo es válido para vosotros. Buscad el tesoro que no falla, que es constante, que la polilla no consume, ni el gusano destruye.
  48. Una mujer de la multitud le dijo: “Afortunado el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron”. Él le dijo: “Afortunados son los que han escuchado la palabra del padre y la conservan. Porque habrá días en los que dirás afortunado el vientre que no ha concebido y los pechos que no han dado leche”.
  49. J dijo: Quién ha venido a conocer el cuerpo, ha descubierto el cuerpo. Y quién ha descubierto el cuerpo, de ese no es digno el mundo.
  50. J dijo: Adán procedía de gran poder y gran riqueza pero él no era digno de vosotros. Porque si hubiera sido digno, no habría saboreado la muerte.
  51. J dijo: Loz zorros tienen sus guaridas y los pájaros sus nidos, pero los seres humanos no tienen dónde tumbarse y descansar.
  52. J dijo: Qué miserable es un cuerpo que depende de un cuerpo. Y qué miserable es el alma que depende de estos dos.
  53. J dijo: Los mensajeros y los profetas vendrán a vosotros y os darán lo que os pertenece. Vosotros a la vez, dadles lo que tenéis y deciros a vosotros mismos “cuando vendrán y tomarán lo que es suyo”.
  54. J dijo: ¿Por qué lavais el exterior de la taza? ¿No entendéis que quién hizo el interior también hizo el exterior?
  55. J dijo: Venid a mi, porque mi yugo es cómodo y mi dominio es suave, y encontraréis descanso para vosotros mismos.
  56. Ellos le dijeron: “Dinos quién eres para que podamos creerte”. Él les dijo: “Examiáis el rostro del cielo y la tierra, pero no habéis llegado a conocer a quién está en vuestra presencia, y no sabéis examinar el momento presente”.
  57. J dijo: Buscad y hallaréis. En el pasado, no obstante, no conté las cosas por las que me preguntasteis entonces, ahora estoy dispuesto a decirlas pero vosotros no las buscáis.
  58. J dijo: El que busca encontrará, y al que llame se le abrirá.
  59. J dijo: Si tienes dinero no lo prestes a interés, mas bien, dáselo a alguien que no te lo vaya a devolver.
  60. J dijo: La divina ley de Dios es como una mujer. Ella tomó un poco de levadura, la escondió en la masa y la convirtió en grandes hogasas de pan. Quién tenga dos oídos aquí, que oiga.
  61. J dijo: La divina ley de Dios es como una mujer que llevaba un recipiente lleno de harina. Mientras caminaba por un camino lejano, el asa del recipiente se rompió y la harina se derramó detrás de ella a lo largo del camino. Ella no lo sabía, no se dió cuenta del problema. Cuando llegó a casa, dejó el recipiente en el suelo y descubrió que estaba vacío.
  62. Los discípulos le dijeron: “Tus hermanos y tu madre están esperando fuera”. El les dijo: “Aquellos de los que están aquí que quiren lo que quiere mi Padre, son mis hermanos y mi madre, ellos son los que entrarán en el reino del Padre”.
  63. J dijo: Felicidades a aquellos que saben dónde van a atacar los rebeldes. Pueden ponerse en marcha, reunir sus recursos divinos, y estar preparados antes de que llegen los rebeldes.
  64. J dijo: Cuando hagáis de los dos uno os convertirés en hijos de Adán. Y cuando digáis, montaña vete de aquí se moverá.
  65. J dijo: La divina ley de Dios es como un pastor que tenía 100 ovejas. Una de ellas, la más grande, se estravió. Él dejó a las 99 y buscó a esa una hasta que la encontró. Después de la fatiga dijo a la oveja, “te quiero más que a las 99”.
  66. J dijo: Quién beba de mi boca se hará como yo. Yo mismo me convertiré en esa persona, y las cosas ocultas le serán reveladas.
  67. J dijo: La divina ley de Dios es como una persona que tenía un tesoro escondido en su campo pero no lo sabía. Y cuando murió se lo dejó a su hijo. El hijo tampoco sabía del tesoro. Él tomó el campo y lo vendió. El comprador empezó a arar, descubrió el tesoro y empezó a prestar dinero a interés a quién quizo.
  68. J dijo: Quién haya encontrado el mundo y se haya hecho rico que renuncie al mundo.
  69. J dijo: Los cielos y la tierra se enrrollarán en vuestra presencia y quién viva con el viviente no verá la muerte. Acaso no dije, los que se han encontrado así mismos, de ellos el mundo no es digno.
  70. Los discípulos le dijeron: “Cuando vendrá el reino”. El dijo: “No vendrá por estar esperándolo. No se dirá, vedlo aquí o vedlo allá. Más bien, el reino del padre está extendido sobre la tierra y la gente no lo ve”.

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