De otras vidas

Me encontraba en la silla reclinada y confortable del consultorio de Martín.

~ Bien, cierra tus ojos – Dijo Martín en un tono neutro, calmado – vas a respirar profundo, tomas aire, llenas tus pulmones completamente y exhalas lentamente.

» Con cada respiración te sentirás cada vez más y más ligero. Otra vez, tomas aire, inflas tus pulmones luego exhalas muy lento y esta vez te encuentras aún más relajado, toda parte de tu cuerpo se siente ligera.

» De nuevo pero está vez tu cuerpo se encuentra completamente reposado. A la cuenta de tres vas a entrar a un estado más profundo, uno, dos y tres – contó y con el último número puso la punta de uno de sus dedos en mi frente.

» Ahora respiras de manera más calmada, inhalando y exhalando el aire por la nariz un poco suave. ¿Qué ves?

~ Nada, siento quieta mi mente – le dije hablando bajo, entre labios, con la lengua algo pesada como si estuviera adormecido.

~ Ahora, vas imaginarte que eres un niño que se encuentra en un campo cerca de un río y estás descalzo. ¿Lo visualizas?

~ Sí.

~ Siente el pasto en tus pies, al fondo hay una colina con un árbol. Ahora dirígete hacia allá. ¿Llegaste al árbol?

~ Sí.

~ ¿Tiene frutos?

~ Sí.

~ ¿De qué color?

~ Amarillos.

~ Imagina que el Arbol se abre para ti, ¿Lo estás visualizando?

~ Sí.

~ Ingresa allí y encontrarás un abismo al interior, ¿lo ves?

~ Sí.

~ Ahora te encuentras al borde y vas a saltar – para cuando lo dijo me sentía con tanta confianza que ya estaba saltando mientras Martín esperó y preguntó – ¿Qué ves ahora?

~ Veo una escena de un hombre entre unos arbustos espiando un paisaje despejado por el que pasa un carruaje.

~ ¿Qué sucede?

~ Nada, sólo veo eso.

~ ¿Qué crees que puedes hacer allí? ¿Te hablas con los del carruaje o te mueves de allí?

~ Sigo hacia adentro de un bosque. Veo un grupo de soldados esperándome.

~ ¿Sabes quién eres? ¿Qué haces? ¿Tu nombre?

~ Me viene a la cabeza el nombre Pierre, creo que soy capitán y estoy al mando de aquellos soldados.

~ ¿En qué época te encuentras?

~ A finales de 1700.

~ ¿Qué país es?

~ Francia.

~ ¿Qué sucede?

~ Parece que estamos en guerra.

~ ¿Tienes familia?

~ No lo sé.

~ Tú puedes saberlo. Dirígete a tu casa y dime ¿qué ves?

~ Tengo familia, un hogar con tres hijos, dos chicos y una niña quien es la menor.

~ ¿Ves a tu esposa?

~ Sí. Es de cabello rubio y ojos claros, bella.

~ Mírala a los ojos y dime si puedes identificarla en esta vida.

~ Sí, es Laura.

~ ¿Sabes su nombre en esa vida?

~ Creo que Sophie.

~ ¿Tus hijos se te hacen conocidos?

~ Quizás la pequeña.

~ ¿Algún nombre de ellos?

~ El mayor se llama Sebástian.

~ ¿Cómo es tu vida?

~ Siento que es bella, aunque mi familia está triste porque temen por la guerra, pero nos queremos mucho. Para la época y en medio de todo somos una pareja y familia ejemplar.

~ Sigue adelante en el tiempo y vas a ir al momento justo antes de tu muerte. ¿de qué mueres? ¿qué ves?

~ Estoy en el lecho y mi esposa me está atendiendo y me ve con tristeza. Al parecer tengo una enfermedad, no estoy seguro si es una peste.

~ No importa. ¿Sabes cuál fue tu misión en esa vida?

~ El amor de familia.

~ ¿cumpliste tu misión?

~ Sí.

~ Ahora ve a otra vida, cuando la tengas me dices en qué tiempo y dónde te encuentras.

~ Me encuentro pasada la mitad de 1800 en Inglaterra.

~ ¿Cómo te llamas?

~ ¿William? – Indiqué con duda.

~ ¿A qué te dedicas?

~ Parece que soy una especie de ingeniero o inventor, veo un cuarto donde se tiene una serie de objetos antiguos que desconozco.

~ ¿Estás casado?

~ Sí.

~ ¿Cómo es tu esposa?

~ Es gorda, desarreglada y no se ve bien.

~ ¿Cómo se encuentra su relación?

~ Sólo permanecemos juntos por el contexto de vida de la época pero al parecer no nos queremos. Creo que realmente estamos juntos por mi hija.

~ ¿Cómo es tu hija? Mírala a los ojos ¿La reconoces?

~ Sí, es Laura.

~ ¿Cómo se llama ella?

~ Mary.

~ ¿Qué ha pasado con ella?

~ No estoy seguro. Parece ser que a causa de su madre, se le ha ofrecido en matrimonio a un caballero que ella no quiere. Sé que ella tiene mayor vínculo conmigo.

~ Adelántate al momento justo antes de morir en esa vida. ¿qué ves?

~ Me veo en una cama, sólo la veo a ella atendiéndome, con su sonrisa tratando de darme esperanza. Me quedo mirándola como queriéndole decir algo, como si me diera cuenta de lo que hemos sido y aunque quisiera retener mi vida allí con ella, finalmente me voy.

~ ¿Cumpliste tu misión?

~ No estoy seguro, parece que sí.

~ Ahora vas a ir al vientre de tu madre – esperó un instante como de costumbre – ¿Qué ves?

~ No veo nada pero siento que estoy allí.

~ Está bien. Recuerda que no necesariamente ves cosas, se pueden también sentir emociones o percibir aromas, eso es. Tú puedes traducir ese sentimiento.

~ Me siento triste.

~ ¿Sabes por qué?

~ Porque tengo dudas. Un temor inesperado sobre el desenlace con Laura me generó incertidumbre y angustia, como si no soportara que nuestras vidas tomaran rumbos distintos.

~ ¿Esa es la razón por la cual tardaste en nacer?

~ Sí, me resistía a nacer.

~ ¿Es Laura alma gemela tuya?

~ Sí.

~ Ok. Ahora vas a despertar lentamente. A la cuenta de tres abrirás los ojos y te verás de nuevo donde estabas. Uno – esperó un instante – dos y tres. ¿Cómo te encuentras?

~ Bien, aunque consternado.

~ Ves que también se puede llegar a un trance mayor pero eso no quiere decir que la primera vez que lo intentaste hayas dejado de entrar en trance. ¿Ahora entiendes lo que sucedió?

~ Sí, veo esto también como un regalo más del cielo porque sé que nos quisimos mucho y logramos vivir bien alguna otra vida juntos. Ahora puedo comprender la demora de mi nacimiento, logré sentir algo, como si desde el fondo de mi ser tuviera dudas para nacer. Además veo que lo que he sentido por Laura no se ha tratado únicamente de una obsesión enfermiza.

» Cuando deseé casarme con ella, era claro para mí porque en el fondo me preguntaba si en ese momento sentía que debía esperar por alguien más y la respuesta era evidente, tanto así que pasados los años no lograba concebir otra mujer con quien compartir mi vida – Hice una pausa, Martín era todo oído, sólo escuchaba, luego continué.

» Y de aquella vida como Inglés de mediados de 1800 me hace pensar que no me he casado con otra mujer porque he sabido lo que es vivir una relación insípida, así que no se trataba solamente de la sombra de Laura, eso me tranquiliza.

~ Así es, las cosas tienen un origen y si llegas a él puedes tener una explicación. Aunque he visto casos en los cuales resulta complicado llegar a ese nudo original dado que puede ser difícil procesarlo y asimilarlo, pero después de un par de sesiones se puede lograr desbloquear. Mira la importancia de mi servicio y de la psicología espiritual.

~ Imagino – me quedé pensativo recordando y dije – ¿Sabes?, hubo un tiempo que me interesé por ciertas lecturas y leí sobre almas gemelas, lo dejé en el olvido pues mi razón me decía que eso era basura pero creo que en el fondo sabía que era posible.

~ Así es, por esto es que la gente tiene ese deseo de dar con ese alguien que te conecta. También sabemos muy en el fondo que lo más normal es que termines viviendo no con tu familia sino con un desconocido, al que quizás ya has conocido de antes.

~ Recuerdo que en aquellas lecturas también se mencionaban almas afines o llamas gemelas e incluso de familias espirituales que sería otro asunto.

~ Existe una teoría que consiste no necesariamente de dos almas gemelas sino de chispas de Luz que llegaron a dividirse en nuevos pares o almas gemelas teniendo como resultado por ejemplo un número de ocho.

» Tampoco es que necesariamente las almas gemelas se encarnen al mismo tiempo, pueden acompañar al otro desde lo alto. Pero lo mejor de todo es que como tu dices existen cientos de almas lo suficientemente compatibles en cuestión de esencia, así que es una manera de ver como Dios obra sin reservas, siempre magnánimo.

~ ¿Y crees que tu esposa y tú sean almas gemelas?

~ No, ni siquiera aún del todo compatibles pero seguro la conocía de antes y nuestros caminos acá igualmente los han reunido desde arriba. Tendríamos que llegar a experimentar que si todos partimos de un mismo origen, finalmente seríamos entre sí almas gemelas de todos, por lo cual no resulta imperante.

~ Pero se ven muy bien juntos. Yo ahora siento que verdaderamente Laura ha sido alma gemela.

~ Por lo que he visto de tu vida más ahora que te confirman, puedes estar seguro de ello.

» Cuando las almas gemelas encarnan en la tierra, el tiempo y el lugar de encuentro se ha previsto desde antes así que de seguro han de tener una misión para trabajar juntos, o bien, una misión en la cual pueden ayudar al otro en un momento dado aunque no necesariamente terminen juntos. En todo caso, usualmente al encontrarse se reconocen tarde que temprano, diría que en la mayoría de las veces más temprano que tarde.

» Algo semejante ocurre también con las almas de las familias espirituales que mencionabas, es decir, se siente que se conocen de antes, pero con las almas gemelas en últimas se intuye o recuerda esa fuerte y profunda conexión espiritual eterna así desconozcan lo que son.

~ Quizás por eso hacen tantas películas de drama y romance sobre ese tipo de conexión y en algunos casos la idea del amor a primera vista o grandes historias de amor o historias imposibles.

~ Las películas normalmente muestran alguna realidad desde el punto de observación del que las hace o las escribe porque lo lleva dentro, así como sucede con las canciones. Lo que pasa es que en las películas de ficción las adornan más o les ponen su toque comercial y las vuelven muy de acá de la tierra, a la final la mente humana creativa es también imaginativa.

~ No sé, pero este asunto me recuerda a una película taquillera de un superhéroe poco común que vive alcoholizado y sin memoria, se encuentra con un publicista experto en relaciones públicas quien lo ayuda, le presenta su familia y resulta que la mujer del amigo posee poderes y había sido su pareja durante siglos.

~ No soy tan bueno con las películas pero ya sé cual dices, has atinado con un buen ejemplo, evidentemente muestra cierta realidad de las almas gemelas así encuentras otras tantas películas e historias. Digamos que se pueden hacer representaciones de cierto vínculo espiritual profundo y a su vez libre pero nada tiene que ver con lo que vemos, entendemos o pensamos en términos humanos.

~ Eso percibo. Ahora dime, con esta hipnosis que he vivido me surge otra inquietud, ¿podría decir que encarnamos siempre bajo el mismo sexo?

~ No mi hermano, es verdad que según nuestra polaridad espiritual sea positiva o negativa preferimos y tendemos a una forma específica sexuada, mas si no te han mostrado una vida como mujer es más bien para evitar el impacto que eso deja.

» Como tengo entendido que opera este asunto es cuestión de vivir experiencias, no existe una regla para que siempre seas hombre o siempre seas mujer, si frecuentemente has sido varón muy posiblemente será necesario que alguna vez experimentes ser madre. Por cierto, que si lo ves desde ese punto no tendría que existir líos de guerra de sexos porque lo que puedas juzgar lo puedes padecer o haberlo padecido antes.

En ese momento ingresó la esposa de Martín, quien se había percatado que la terapia había terminado y nos traía algo de comer.

~ Y bien par de parlanchines veo que es hora que tomen un respiro. ¿Y ahora cómo te has sentido Alexander?

~ Buena pregunta. Me encuentro emocionado porque he confirmado muchas cosas y en esta ocasión me he sentido de maravilla pero la verdad creo que no he llegado concretamente a la respuesta que buscaba en principio.

~ Ja, ja – se rió ligeramente y continuó – tómalo con calma y si ves que en algún otro asunto puedo ayudar lo miramos luego – lo decía debido a su don de conexión con los ángeles.

~ Ahora veo que es necesario ir por partes así que estaba a punto de decirle a Martín que prosiguiéramos otro día con una nueva sesión.

~ No te das por vencido – intervino Martín con una carcajada – de acuerdo pero por ahora asimila lo que has recibido, veremos otro día a dónde nos conduce todo esto y recuerda que es cuestión de permisos.

Nos despedimos y a pesar de haber estado procesando todo lo ocurrido, a la semana siguiente había logrado confirmar la nueva cita. La experiencia vivida me había generado nuevas cuestiones y me encontraba a la expectativa de lo que siguiera encontrando, algo olfateaba respecto a mis sueños.

Antes de perderme en la vida rutinaria y en una especie de pragmatismo existencial o en la denominada sola razón que ahora no podría explicar, en mis primeros años juveniles solía investigar con mi primo Felipe sobre cosas inexplicables, como la vida después de la muerte o la inmensidad del universo y la existencia de vida inteligente en otros planetas.

Precisamente, en términos razonables ¿cómo puede ser que un universo se expande y sobre qué se expande? ¿Llegará al punto de una gran implosión y desaparición? ¿Acaso, podría estar diseñado para que únicamente existiese la vida en un pequeño planeta?

¿Cómo es que creemos que somos los más grandes que hay en el universo cuando aún desconocemos tanto?

¿Cómo viviendo en un planeta con un variado escenario de especies, incluso con distintas razas humanas, de nada podría servir para deducir que puede existir una variedad semejante en escalas universales?

¿Cómo quienes simpatizan con la idea de un Dios omnipotente y omnisciente lo reducen a las limitaciones de lo poco que pueden observar y explicar?

¿Cómo quienes predican una doctrina de Dios Padre todo Amor y Misericordia infinita que hace hijos a sus criaturas, podría excluirlas bajo algún criterio meramente humano o condicionado a un movimiento, grupo, cultura o sociedad?

Religiosidad acentuada o razón humana centrada en el ego, apatía, pragmatismo del aquí y el ahora, diversas posturas y polémicas en medio de la vida en la sociedad actual, ¿serían entonces motivo de impedimento ante mis profundas inquietudes desde mi juventud? ¿de aquel imperante deseo por esclarecer tantas cosas en medio de una evidente confusión?

¿Qué tendrían que ver esos recuerdos en mi cabeza con el coma y el preciso momento de mi vida en que se dio el accidente?

La verdad no lo sabría. Sólo empezaba a percatarme y responder a mi impulso interior, así llegó el anhelado día.