Cuando me encontré con el grupo mi hermano estaba forcejeando con un perro que lo había perseguido por la bolsa de la comida, mientras los demás solo se reían por lo gracioso que se veía.
– ¿Qué sucede Manuel?, eso sólo te pasa a ti – tampoco pude evitar unirme al colectivo, fue Lorena quién tomó un periódico y espantó al animal.
En la noche estuve distraído procesando todo pero en tanto vi a mi hermano dirigirse a la cocina sentí el deseo de hablarle.
~ Manuel quería saber algo.
~ ¿Qué cosa? – No sabía como empezar, me había sentido incómodo por tratarse de mi hermano y por la manera en que cuestionaba mi vida, al final me animé.
~ Mira, he tenido la apertura de compartirte como hermano y amigo mis asuntos dado que lo pediste, pero quiero que sepas que si de mi parte ha salido alguna respuesta con actitud controladora no era mi intención, por favor perdóname. Incluso habrás dicho algo correcto que podría acoger.
~ No importa Alex, supongo que yo comencé y a la final tu siempre vas por tu lado – noté cierto reproche en aquellas palabras.
~ No entiendo a qué te refieres, ¿podrías decirme qué te sucede realmente?
~ Bueno, no sé si sea el momento pero he estado reflexionando y me he dado cuenta de algunas cosas a raíz de tu accidente.
» Me he puesto a pensar que cuando éramos niños siendo el menor aprovechaba un poco resguardarme en mis padres con cierta facilidad. Tu te veías retirado y mantenías con tus amigos, cuando papá y mamá murieron me sentí solo en una ciudad desconocida para mí.
~ Eras un chico de 17 años, yo estaba en la capital, llevaba cinco años fuera de casa, había acabado de recibir el grado de arquitecto, luego te mudaste conmigo y buscamos tu universidad. Nunca lo había visto como si guardara distancia contigo, eras mi joven amigo, yo te he querido. Tampoco fue sencillo para mí, me sentía responsable por ti y no estaba listo para ello, padecía de una desilusión amorosa, también me sentí solo. En algo me ayudó tu presencia a afrontar las cosas.
~ Quizás no lo entiendas – se detuvo, agachó la cabeza y supe que sentía llorar así que esperé – fue mi culpa.
~ ¿De qué hablas? – las lágrimas de Manuel resbalaban fluidamente por su rostro más no entendía qué sucedía.
~ Yo había averiado el vehículo de papá y mamá la noche anterior. Pedí prestado el automóvil para salir con unos amigos, no era muy hábil conduciendo y al estacionarlo en un sitio golpeé el eje delantero con una escalera y no tuve el coraje de contarle a papá.
~ ¿Y eso qué tiene que ver? El vehículo se quedó sin frenos en una curva mientras bajaban una colina y perdieron el control.
~ No, yo sé que fue debido al golpe en el eje – se veía como un chiquillo asustado y descompuesto.
~ ¿De dónde has sacado eso? El reporte decía claramente que eran los frenos, ¿acaso no lo sabías?
~ Nunca lo había escuchado así, tal vez ni quise saber del reporte.
~ No seas tonto, no sé qué escuchaste o quisiste escuchar o saber pero puedes estar tranquilo hombre.
~ ¿De verdad?
~ Así es, de ningún modo sucedió lo que has imaginado, además siento que ellos están bien y hasta nos habrán dado una mano desde arriba sin nosotros saberlo. Ya ves que cosas buenas han salido desde mi accidente.
~ No sabes cuantos años he cargado con esto. Me estas quitando un peso enorme.
~ Ven dale un abrazo a tu hermano, sabes que te quiero y agradezco que hayas estado pendiente de mi con eso del accidente.
~ Por favor perdóname, creo que te he juzgado, sentenciado y condenado todo este tiempo.
~ Pero eso ya pasó hace rato, incluso lo más reciente hace parte del pasado, son imágenes que se van, ten paz. No tengo nada por perdonarte mas el perdón te corresponde, te comprendo y aunque no sea necesario que comprendas el motivo de estar al margen de doctrinas y templos, espero que simplemente respetes mi camino, sabes que yo a ti te respeto.
A la mañana siguiente me levanté y preparé el café. Sentí la iniciativa de tomar lápiz y escribir una nota. Mientras me inspiraba y contemplaba el paisaje, me di cuenta que una bella silueta adornaba aquella escena pintoresca, era Lorena quién se había levantando antes a nadar. Salió de la piscina, se duchó y se acercaba hacia mí.
~ Hola ¿Queda café?
~ Si claro, lo he dejado en la cocina – ella fue a servirse y luego salió a tomar aire con su taza de café.
~ ¡Qué bonito el panorama! ¿verdad?
~ Seguro, es asombroso ver como sintonizas en él.
~ Gracias – se quedó callada por un momento y luego preguntó – ¿Y cómo van tus cosas? ¿Has hablado alguna vez con quien fue tu prometida?
~ Sí, eso creo. No me dio mucho espacio, supongo que ha querido evitarme y no he visto qué pueda cambiar ante sus expectativas o situación. Sé que ella estuvo atenta a mi situación en la clínica.
~ Se debe tener coraje para tomar una decisión y dar marcha atrás en el último instante, aunque pobrecita ella.
~ ¿Eso crees? No me había percatado de aquello del coraje, normalmente siento un juicio en las miradas de quienes nos conocían.
~ Sí, pero a la vez me pregunto si hay algo al respecto que temes.
~ No sabía que eras terapeuta de la psique.
~ Uff, perdona, no quería incomodarte.
~ Nada, no es sencillo para mí pero si hay alguien quien me inspira abrirme es contigo. Si he pasado por el temor, ahora simplemente veo que ha estado bien un momento de reposo para mi vida.
» Verás, muchas veces me sentí maniatado, llevaba adelante mis proyectos pero por momentos recordaba a mi primer gran amor y parecía que muchas cosas carecían de sabor sin tener alguien significante con quién compartirlas. ¿Has estado perdidamente enamorada?
~ Sí, sé lo que es eso y creo comprenderte pero ahora veo que pensar así puede ser algo fatalista …
~ Lo decía en retrospectiva, en fin, precisamente apunto a lo que dices porque cuando vuelves a la vida la valoras más, ves las cosas de otro modo como si pensaras distinto.
~ ¿Y cómo qué cosas piensas?
~ Por ejemplo, ¿crees en el destino?
~ Creo que si cada momento que vivimos está predeterminado se le perdería el encanto a la vida, por otra parte, cuando ves la vida como una sorpresa, todo es posible.
~ Me gusta cómo sonó eso, imagino que en cierto modo también tiene sentido. Sabías que Carl Jung, el fundador de la psicología analítica, alguna vez dijo: “Hasta que no hagas al inconsciente consciente, seguirá dirigiendo tu vida y lo llamarás destino”. Y si bien estoy, también se le atribuye la frase: “Tu visión será clara solo cuando mires dentro de tu corazón. Aquel que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta”.
~ ¡Explícate!
~ Recuerdas lo que decía el narrador de leyendas cuando se refería a la matriz de la tercera densidad, que en últimas es parte de la misma matriz, en fin …
~ ¡Veo que te gustó la leyenda! lo lamento, te interrumpo, continúa.
~ Lo que quiero decir es que básicamente lo que veas o vivas acá hace parte de la misma fantasía. Si ves la vida desde donde te encuentras ahora, pareciera que el único sentido que tendría es vivirla, como cuando vas a un paseo, imagina precisamente que estamos en la casa de campo, así que lo vienes a disfrutar, a salir al pueblo a ir a la piscina o tomar unas copas mientras compartes momentos con los amigos y escuchas música.
» Pero también se te puede quemar la cena, o al salir de regreso una llanta requiera aire, o traes niños comienzan a jugar, alguno se sube a un árbol confiado, de repente se cae y debes salir corriendo a llevarlo a un hospital porque se ha roto el brazo.
~ Interesante, pero no comprendí tu posición sobre el destino.
~ Recientemente lo considero como parte de cierto sueño. Sueño que al parecer recordamos con el propósito de llevarnos a la curación mental por medio del perdón.
» Desde cierta óptica, se podría ver el destino como un mapa con muchas vías posibles para llegar a la meta final, con eventos fijados, muchos de ellos se han acordado o pactado, decisiones que has tomado y que ya no recuerdas. Como si ingresaras a un laberinto poco convencional, este laberinto tiene un entorno debidamente diseñado pero con varias rutas que te llevan a un punto de encuentro o salida.
» Mejor aún, imagina que vas a una agencia de viajes porque quieres ir de vacaciones, así que el agente de viajes te muestra una serie de destinos turísticos que te pueden interesar y paquetes promocionales pero tu eliges finalmente el itinerario con la orientación del profesional de viajes, otra cosa es cómo se desarrolla el viaje, bueno, no quiero abordar aquello de causa y efecto para evitar complicar la analogía.
» Ahora imagina que simbólicamente existen agentes del destino o ángeles que vigilan nuestras lecciones de perdón ante esos acuerdos que no recuerdas, dependiendo de la vía o rumbo que vas tomando.
~ ¡Qué imaginación!, pero entonces crees en el destino.
~ Te respondí pero espera que no he terminado esta idea. Si lo planteas así entonces habrá quien diga que de ese modo no existe la libre elección y que efectivamente todo esto carece de sentido al estar determinado, en últimas solo tiene sentido si te lleva a recodar quién eres y perdonarte por haberte quedado fijado en fantasías que fabricaste, de por sí las fantasías no tienen sentido.
» Hasta parece que olvidas todo para que la vida se presente como una sorpresa. Es como si en gran parte, en vez de venir a tomar una decisión en el mundo, venimos a recordar para qué la tomamos.
» En otras palabras, considero que para nuestro mundo hay un guión pero que eventualmente lo podemos cambiar con el perdón, el destino no define todo, nosotros podemos elegir y tomar varias decisiones desde acá y perdonar, es como si reescribieras el guión, el perdón sana y revierte lo que acontece, incluso se aplica lo mismo para las enfermedades. En ese sentido la libre elección corresponde a una actitud interior, puesto que elegimos entre el amor y el temor.
~ Suena como si no tuviésemos mucha libertad.
~ Creo que la libertad absoluta en este mundo es un ideal de la libertad que se logra cuando estás desprendido de los condicionamientos del guión, del tiempo y el espacio. Igual sucede con la idea de plenitud o completitud que tanto anhelamos en el mundo, te aseguro que hasta teniendo la pareja idónea siempre deseas algo más para tu vida, es porque esa idea apunta a algo que no puedes encontrar afuera en el mundo.
~ Entiendo, también parece que aplica lo mismo para la igualdad. ¿Y crees que acá se puede acceder a ese mapa? me refiero a ver el futuro.
~ Supongo que también es parte de la fantasía del mundo, pero creo que quién pueda ver el futuro lo puede cambiar, puedes tomar decisiones desde el amor y perdonar, sino continúas con un guión. Hay quien accede a mensajes sobre el futuro por medio de sueños de revelación, otros por ejemplo, por medio del contacto con los ángeles, imagino que son señales, signos del cielo que pueden venir en ayuda.
~ ¿Crees en los ángeles?
~ Pues creo que estoy viendo uno, al parecer los hay también de carne y hueso, pero en vez de alas tiene unos bellos … – lo decía mientras bajaba mi mirada enfocándome en sus pechos, luego volví a mirarla a sus ojos con una ligera sonrisa de picardía.
~ ¡Ay! Eres un atrevido – logré hacerla reír por ello, de hecho se estaba sonrojando y luego cambió el tema – No pensé que alguien que se dedicara a grandes obras arquitectónicas se planteara tantas cosas, pero no sé, creo que aún tienes alguna sombra o traba del ego.
~ ¡Vaya, qué fría y directa puede ser doctora! evidentemente he aquí un ego hablándole.
~ ¿Te has preguntado por qué no encajas con alguien o por qué no tienes aún hijos?
~ Bueno, para empezar digamos que he vivido una especie de divorcio de modo que puedo decir que lo intenté, por otra parte, creo que no habrá llegado el momento ni tengo intenciones de forzarlo. En cuanto a los hijos para mí es algo consecuencial de estar en pareja. ¿Y qué me dices tú?
~ ¿Yo?
~ Sí, una mujer cálida, inteligente, y por supuesto bella ¿cómo es que no está con alguien?
~ No lo sé, quizás como dices, no ha llegado el momento, ¿o será que existe algo como el destino?
~ O somos un par de inmaduros egoístas, ¿qué sé yo?
~ Gracias por lo que me corresponde.
~ Me tiene sin cuidado lo que parezca si acá estás envuelto en un rollo del ego así que quedamos a par – lo decía presumiendo con un tono suelto y jocoso.
~ ¡Ay, qué vengativo e irreverente! ¿habías quedado con la espina, eh? pues voy por la revancha, déjame ver ¿qué estabas escribiendo?
~ ¿Así que no te aguantabas las ganas de saber qué hacía? No es nada, sólo un texto, ¡Oye! – exclamé mientras ella de repente hacía un movimiento ágil y tomaba mi escrito, luego comenzó a leerlo en voz alta:
A ti, al parecer desconocida. No te he reconocido pero te añoro. He tenido el corazón roto y me ha sido difícil levantar la mente. Al parecer he cometido errores y me he aferrado por momentos a un pasado, un mundo inexistente y sin sentido, aunque finalmente algo de ello he aprendido. Tal vez al girar en ese círculo vicioso se ha aletargado el tiempo del encuentro, pero sé que nunca es tarde. Quizás he repasado miradas sin lograr identificarte, pero creo que tu habrás de llegar para cerrar ese paréntesis en esta vida. Es por eso que finalmente he preferido reservarme para ti, para aquella que reconozca aquello que llevo dentro y me pregunto ¿Cuánto me alegraré al reconocerte? A ti, al parecer desconocida …
~ Vaya, qué lindo, le escribes a alguien que aún ni conoces – tomé ventaja para mostrarle otra óptica y cambiarle el tema.
~ Y tú qué sabes belleza, si lo he escrito para mi mismo, estamos llamados a encontrarnos con nuestra propia alma. Vamos, vivamos, voy a cambiarme para nadar, acompáñame en la piscina …
Nos animamos y pasamos un rato muy agradable. Mientras preparaba la maleta para el regreso entró un mensaje de Laura diciendo:
Hola, sólo quería que supieras que te pienso demasiado.